Bienvenidos al territorio de Landes Atlantique Sud, el territorio ideal para disfrutar al máximo de los placeres del océano.

Dirección el puerto de Capbreton para cambiar de vistas, partir a lo desconocido, mirar a un lado y a otro desde el mar y admirar las infinitas playas de arena fina. 

En familia, con amigos, en pareja… Lo principal es compartir cada segundo, cada nueva sensación y cada placer con ellos, nada más decidir que nos haremos a la mar. 

Photo de David Duchon

Las primeras palpitaciones llegarán cuando pongamos los pies en el muelle. Un ligero movimiento de la pasarela comienza y ofrece la suave transición hacia una nueva aventura. Frente a lo desconocido, cogemos con un poco más de fuerza el cesto repleto de víveres y buenos productos de la zona, como si este cesto fuese a compensar el equilibrio.

 

Pero aún así, estamos seguros de que un atardecer es mucho más bonito en un velero con una copa. 

Después de una primera toma de contacto y varias formalidades, rápidamente depositamos nuestra confianza en el maestro. El patrón de este magnífico velero blanco, más bronceado que nosotros, nos proporciona valiosos consejos, consignas de seguridad y un máximo de relajación. 

Y ya está, ha llegado el momento, ¡soltamos las amarras!  

Y sí, podemos decir que el día a día ha quedado atrás, el trabajo no existe, el estrés, los problemas… ¿qué problemas? Las sensaciones son aún más fuertes al salir del puerto, a lo largo del muelle nunca visto desde ese lado, a los pies, y la satisfacción aparece lentamente ante los más curiosos. 

 

Es la hora, ¡dirección el mar!  
Ahí donde el océano se convierte en una inmensa piscina.  

Sorprendidos por esta inmensidad, encantados por los reflejos de un atardecer en el agua, refrescados con la suave brisa de septiembre, ahora queda lo más difícil: volver al puerto y resumir en unas palabras este abanico de emociones con una sola idea en mente: ¡repetir!